por el Dr. Tom Jablonski
John Martin Henni, el primer obispo católico de Milwaukee, llegó a su ciudad adoptiva en el 1843 con dos ambiciones. Lógicamente, su primer deseo era construir una catedral que anunciara la llegada de la Iglesia Católica como presencia cívica en “la ciudad de color crema” y su nombramiento como líder espiritual de los fieles de todo el territorio de Wisconsin. Su segundo objetivo era un poco más problemático. Quería fundar una universidad, similar a la que había ayudado a administrar en Cincinnati antes de ceder la dirección, la cual con el tiempo, se convertiría en la Universidad Xavier de la Compañía de Jesús. El mayor obstáculo para su segundo propósito era la falta de una cultura intelectual en Milwaukee que fuera propicia para tal iniciativa. El pueblo (en ese momento, Milwaukee ni siquiera era una ciudad) no tenía calles pavimentadas, escuelas secundarias ni bibliotecas. Siendo realista, tampoco había estudiantes preparados para la vida universitaria.
Además, el obispo Henni tuvo dificultades para encontrar una orden religiosa que estuviera dispuesta a asumir la responsabilidad de “su” universidad. Después de varios intentos fallidos, finalmente convenció a los jesuitas, que en ese momento tenían su sede en San Luis, para que adoptaran su visión de tener una universidad católica local. Para comenzar con el proceso, el prelado concedió a los jesuitas la parroquia más nueva de la ciudad, San Galo, en el 1855, a fin de que tuvieran un lugar dónde vivir y un ingreso para mantener su pequeña comunidad. El primer paso hacia una institución de educación superior implicaba que los jesuitas abrieran una academia para varones (una combinación entre una escuela primaria parroquial y una escuela secundaria con un nivel académico elevado). Lamentablemente, la St. Aloysius Academy solo duró dos años debido a la preparación inadecuada de los estudiantes para la educación jesuítica. A pesar de que la situación retrasara cualquier implementación inmediata de los deseos de Henni de tener una universidad, el obispo siguió adelante y adquirió un terreno sobre una colina prominente con vista al centro del pueblo. Con el tiempo, entregó esta propiedad a la Compañía de Jesús. Por su parte, los jesuitas adquirieron los terrenos contiguos con cautela, hasta que tuvieron una manzana completa. En anticipación al próximo paso, Marquette College (nombre elegido por el obispo mismo) se constituyó de manera oficial en el estado de Wisconsin en el 1868. De todas formas, en ese momento, el centro universitario en funcionamiento seguía siendo un deseo sin cumplir.
El obispo Henni, envejecido y deteriorado, finalmente pudo ver el fruto de su trabajo cuando se inició la obra del edificio de aulas de tres pisos en el 1880. Por fin los jesuitas habían reunido al personal y, según creían, al alumnado para dar inicio a una universidad jesuita. Un año después, en septiembre del 1881 (apenas unos días antes del fallecimiento de Henni), se abrieron las puertas de Marquette College, con la misma inestabilidad que el intento anterior. La asistencia era irregular. Los estudiantes fueron y vinieron durante todo el primer año de funcionamiento. Resultó ser que a los mejores académicos jóvenes de Milwaukee aún les faltaba formación preparatoria para sus estudios universitarios en la tradición jesuita. Dos años de trabajo adicional a nivel “académico” (lo que en el futuro se convertiría en la Escuela Secundaria de la Universidad Marquette, Ĵý High School) al fin prepararon el terreno para que, en el otoño del 1883, se dictaran las primeras clases universitarias regulares en Marquette College.
Durante las primeras décadas de la institución, los estudiantes “académicos” y los “preparatorios” (en edad de escuela primaria) siempre superaban a los universitarios por una gran cantidad. En general, el cuerpo estudiantil compuesto solo por varones tenía aproximadamente entre once y veinte años o más, y eran jóvenes de distintas religiones. Al principio, el cuerpo docente estaba compuesto únicamente por miembros de la Compañía de Jesús. Algunos años después, cuando se admitieron profesores laicos, solo se les permitía educar a los estudiantes más jóvenes. Todas las clases universitarias estaban a cargo de sacerdotes jesuitas, formados en la educación clásica que había hecho famosa a su congregación religiosa.
Los primeros universitarios de Marquette finalizaron sus estudios en cuatro años. De los cinco graduados del 1887, uno siguió en la universidad para obtener su Maestría en Humanidades (Master of Arts); con el tiempo, se convirtió en el primer profesor laico de su alma mater. Posteriormente, un segundo graduado trabajó como tesorero municipal de Milwaukee, y un tercero siguió su vocación para hacerse sacerdote. Otro joven estudiante, que había obtenido una multitud de premios y reconocimientos durante sus años en el nivel académico y el nivel universitario, siguió su carrera profesional como agente de compras de una empresa local. Finalmente, cuatro décadas más tarde, la visión del obispo John Henni de tener una universidad católica en Milwaukee se había hecho realidad con: un edificio para recibir a sus estudiantes, un plan de estudios que ofrecía el título fundamental de los jesuitas (Licenciatura en Humanidades) y el comienzo de una base de graduados que acabaría superando los cien mil, cada uno en su propio recorrido para servir a un mundo más amplio mediante sus talentos individuales y sus virtudes relacionadas.
ACONTECIMIENTOS MEMORABLES EN LA HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD MARQUETTE
Expande todo | Colapsa todo
1907: Inauguración de Johnston Hall
Johnston Hall fue el primer edificio dedicado exclusivamente a los estudiantes universitarios de Marquette. Tanto física como académicamente, esta construcción separó el programa universitario del programa secundario, el cual era mucho más grande. El edificio (que aún se usa) lleva el nombre de sus únicos donantes, Robert y Ellen Story Johnston, y se convirtió en el distintivo de la presencia de la Universidad Marquette en la carretera más espléndida de la ciudad, que conduce al oeste fuera del centro, Grand Avenue (actualmente, Wisconsin Avenue). Con el tiempo, otras instalaciones académicas se levantarían alrededor de Johnston Hall, así mismo como su inspiradora construcción vecina hacia el oeste, la Iglesia del Gesú.
1907-10: Presentación de los programas profesionales en Marquette y posterior cambio de nombre
Durante sus primeros veinticinco años, Marquette College era una universidad de Humanidades de tradición jesuítica, que se centraba en estudios para obtener una Licenciatura en Humanidades con una sola especialización: Filosofía. Sin embargo, fuera de la universidad jesuita de Milwaukee, la educación superior en EE. UU. estaba cambiando. Entre las modificaciones, estaba la petición de la Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association) de que las universidades de medicina privadas se asociaran a instituciones universitarias autorizadas para garantizar la calidad de la educación básica en ciencias para los estudiantes. Debido a esto, el Colegio Médico de Milwaukee (Milwaukee Medical College), una institución con fines de lucro que se había inaugurado en el 1894, se dirigió a Marquette College a principios del 1907 para coordinar una relación de trabajo. En poco tiempo, se llegó a un acuerdo, que dejó a los componentes físicos de la universidad de Medicina (los edificios en la esquina de las calles Ninth y Wells) en manos de sus propietarios originales, mientras que el aspecto académico de esta iniciativa quedó bajo el control de Marquette College (que, por su parte, poco después se volvió a constituir bajo el nombre de Ĵý). Alrededor de un año después, Marquette adquirió dos universidades privadas de Derecho. Algunos meses más tarde, se instituyó un programa de Ingeniería y, en dos años, se crearon programas profesionales de Economía (que, posteriormente, se convirtió en la Facultad de Administración) y Periodismo (después integrada a la Facultad de Comunicación). En tres años, Marquette había pasado de ser una facultad de Humanidades de un tamaño modesto a una auténtica universidad que también ofrecía títulos (o diplomas) en Medicina, Odontología, Farmacia, Enfermería, Derecho, Ingeniería, Administración y Periodismo. En la actualidad, es la institución educativa más importante de la ciudad más grande de Wisconsin.
1909: Ingreso de mujeres
En junio del 1909, el rector de la Universidad Marquette planeaba abrir la primera escuela de verano en educación superior católica estadounidense, para ayudar a los jóvenes de Milwaukee que tenían que trabajar, al menos a medio tiempo, durante el año académico regular y, por lo tanto, no podían asistir a todas las clases. Este sacerdote, el padre James McCabe, S.J., había recibido la advertencia de otro jesuita de que pronto las escuelas católicas de Wisconsin serían eclipsadas por la educación pública, debido a que las monjas que trabajaban en las escuelas primarias y secundarias parroquiales no podían acceder a la educación universitaria en ningún lugar del estado. De inmediato, McCabe decidió resolver dos problemas a la vez: permitió que las mujeres (religiosas y laicas) se inscribieran en las clases de Licenciatura en Humanidades en su nueva escuela de verano. Debido a esta iniciativa, McCabe recibió una reprimenda de su superior religioso de San Luis. Se le ordenó al rector de Marquette que suspendiera sus clases educativas para ambos sexos de inmediato, ya que desobedecían las tradiciones de la Iglesia y violaban la práctica jesuítica de todo el mundo. En vez de eso, McCabe apeló la orden del superior provincial ante el superior general de los jesuitas en Roma y, unos años más tarde, recibió la sorpresiva aprobación de su programa de educación de verano para ambos sexos. Para ese momento, ya se dictaban clases mixtas a mujeres y hombres en Medicina, Odontología, Farmacia, Derecho, Economía y Periodismo. La audaz medida de James McCabe en nombre de la igualdad de género estableció a la Universidad Marquette como la primera institución católica de educación superior en admitir a hombres y mujeres en su programa académico básico, la Licenciatura en Humanidades.
Década del 1920: Primer programa de construcción
A comienzos de la tercera década del siglo XX, la Universidad Marquette estaba compuesta por un solo centro académico (Johnston Hall) y varias estructuras restauradas que se usaban para los programas de Ingeniería y Derecho. Por su parte, los programas de Medicina y Odontología se habían trasladado a otro complejo de medicina más alejado del campus principal. En el 1918, la universidad adquirió de manera inesperada un terreno de gran extensión entre las calles Fifteenth y Sixteenth, desde la Avenida Wisconsin (posteriormente, Grand Avenue) hasta la calle Clybourn. En esta propiedad, había dos mansiones que poco después se cedieron al conservatorio de música de Marquette y a una clínica de otorrinolaringología (luego, estas construcciones elegantes albergaron la Facultad de Lenguas de la universidad y el Departamento de Deportes, respectivamente). En pocos años, la universidad hizo una importante inversión por primera vez en una campaña de construcción de la que surgió un nuevo edificio de Derecho en la esquina de las calles Eleventh Street y la Avenida Wisconsin, un magnífico edificio al oeste de Gesú para albergar las aulas y los laboratorios de ciencias básicas, un edificio para la Facultad de Odontología al sur de la Avenida Wisconsin, por Sixteenth Street, y el tan anhelado gimnasio en las calles Sixteenth Street y Clybourn. A pesar de estar separada en tres ubicaciones, la Universidad Marquette finalmente tenía las instalaciones físicas para encargarse de su plan de estudios en expansión.
1953: Un aluvión de estudiantes y centros
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, Marquette vivió un aumento sin precedentes de la población estudiantil. Miles de exsoldados y exmarinos, que se beneficiaron con la Ley de Readaptación de Veteranos (GI Bill), inundaron el campus. Los centros de la universidad, que en gran parte seguían iguales después de la rápida expansión al comienzo de los años veinte, eran completamente insuficientes para la avalancha de nuevos estudiantes en los años posteriores al 1945. En respuesta a esto, se levantó un nuevo edificio para los estudiantes de Administración en la esquina de las calles Thirteenth Street y la Avenida Michigan en el 1950, luego, se hicieron dos de las incorporaciones más importantes en la historia de la universidad: un centro estudiantil para servir a toda la comunidad de Marquette y el edificio de la primera biblioteca de la universidad. Brooks Memorial Union se inauguró en la primavera del 1953. Este hecho fue el fin de treinta años de separación de los sexos, en cuanto al espacio co-curricular. Los hombres habían disfrutado de las comodidades de un edificio de ladrillo de dos plantas especialmente construído para ellos (que incluso, tenía un comedor), mientras que las mujeres estudiaban apretadas en una vieja casa de madera. Como un reflejo de esta nueva unidad de los sexos, los gobiernos estudiantiles separados entre hombres y mujeres también se fusionaron en una sola organización. Ahora, todos los estudiantes de Marquette tenían derecho a un centro de primera clase para comer, estudiar y hacer una gran variedad de actividades curriculares complementarias. Más tarde, ese mismo año, se construyó un edificio de tres plantas, en forma de cruz, inmediatamente hacia el oeste, para centralizar los terrenos de la biblioteca de la universidad, que hasta ese momento estaban desperdigados. Memorial Library, que aún está en uso, se convirtió en el centro de estudio para los estudiantes subgraduados de Marquette.
1954-56: La gran autoevaluación
El enorme crecimiento de la población estudiantil de Marquette durante los años de posguerra, junto con una rápida expansión de la educación superior en todo el país, requirió un esfuerzo razonado para redefinir el futuro de la universidad jesuita de Milwaukee, incluso a medida que transcurría la segunda mitad del siglo XX. En la primavera del 1954, un poco más de un año antes del 75º aniversario de Marquette, el rector de la universidad, el padre Edward O’Donnell, anunció una autoevaluación detallada de la situación actual de Marquette, a fin de diseñar planes claros para el futuro inmediato. Era la primera vez en la historia de esta institución que se hacía un análisis más global y exhaustivo de la universidad, desde arriba hacia abajo. Ahora, los miembros de la Compañía de Jesús, que habían controlado la administración de la universidad desde sus inicios, compartían la toma de decisiones de la institución con un cuerpo docente laico mejorado, un personal profesional en expansión y una población estudiantil que continuaba creciendo. De este esfuerzo, se logró una revisión meticulosa de las especializaciones existentes, la creación de nuevos departamentos en áreas como Sociología y Ciencias Políticas, el establecimiento de estándares elevados de contratación de profesores (en particular, nuevas expectativas de profesores con doctorados) y, en particular, el retorno de la educación de posgrado, incluídos los programas de doctorado. Se tardó al menos una década en implementar estas modificaciones importantes, pero la visión que tenía Marquette de ser la principal universidad católica de la región del medio oeste de EE. UU. se puso en marcha gracias a esta autoevaluación.
1969: Reforma del Consejo Directivo
Desde su inauguración en 1881, primero Marquette College, y luego Ĵý, esta institución había sido administrada por la Compañía de Jesús. La dirección final siempre estaba a cargo de tres jesuitas que integraban el Consejo Directivo de la organización (uno de estos hombres era el rector). A pesar de que los decanos de las facultades y de los institutos de formación profesional podían ser laicos, los jesuitas siempre ocupaban los puestos administrativos más importantes de la universidad. Para la década del 1960, sin embargo, se habían puesto en marcha algunos cambios en el panorama de la educación superior católica de EE. UU. Algunas de las modificaciones más importantes afectaban la autoridad corporativa de estas instituciones: sus consejos directivos. Aunque Marquette no fuera la primera universidad en reaccionar a estos avances, tampoco dudó demasiado en reestructurar su liderazgo ejecutivo a partir de la importante inversión de la universidad en la autoevaluación del 1954-56, seguido una década más tarde por el nombramiento del primer vicerrector académico laico. Luego, en enero del 1969, el rector John P. Raynor, S.J., anunció una reforma total de la cantidad de miembros del Consejo Directivo, que cambió de tres jesuitas a ocho jesuitas y veintiún laicos. La dirección definitiva del bien más valioso administrado por la Compañía de Jesús ahora se entregaba a un grupo selecto de personas no jesuitas que, de aquí en adelante, debían asumir toda la responsabilidad de llevar adelante la misión de la Universidad Marquette.
Décadas del 1960 y del 1970: Renovación urbana y un campus auténtico
La división de la Universidad Marquette en distintas sedes en la década del 1920, en la que las clases de Medicina se dictaban en el norte del centro de Milwaukee y otras actividades educativas se dividían entre el centro del campus que rodeaba a Johnston Hall y las sedes ubicadas entre las calles Fifteenth Street y Sixteenth Street, se redujo en parte con la construcción de una nueva Facultad de Medicina en Fifteenth Street en el 1931, incluso a medida que se acentuaba la Gran Depresión. Otras instalaciones se construyeron en el período de posguerra, como el centro estudiantil y la biblioteca, ya mencionados, y las primeras torres residenciales al norte de la Avenida Wisconsin. No obstante, el campus estaba fragmentado, interrumpido en ambos lados de la Avenida Wisconsin por casas de madera en ruinas, hileras de edificios de apartamentos de ladrillo de tres o cuatro plantas, y una gran cantidad de bares, cafeterías y tiendas de comestibles. En colaboración con la Municipalidad de Milwaukee y el Gobierno de Estados Unidos, la universidad invirtió millones de dólares de apoyo económico para concentrar el campus de Marquette entre las calles Wells y Clybourn, desde las calles Eleventh Street hasta Sixteenth Street. Esto se hizo bajo el auspicio de la Ley Federal de Vivienda del 1949 (1949 Federal Housing Act), que financió la demolición de viviendas insalubres y limpieza de barrios marginales, y la reurbanización de comunidades. Esta unificación de distintas instalaciones académicas, residenciales y extracurriculares en un área de treinta manzanas al oeste del centro de Milwaukee, mejoró enormemente la calidad de vida de los estudiantes, el cuerpo docente y el personal en los últimos cincuenta años. Se desarrolló un auténtico campus universitario, con posibilidad de expansión o reutilización en el futuro, cuando sea necesario.
A inicio del siglo XXI
A medida que Marquette se adentraba a otro siglo, un equipo de profesores y administradores se encargó durante varios años, de revisar y modificar el plan de estudios básico obligatorio para todas las licenciaturas, sin importar la especialización. Luego de un largo proceso, se diseñó un currículo central, junto con una estructura totalmente renovada para evaluar el impacto de esta exposición académica. Esto colocó a la universidad en el medio del movimiento de modernización de la educación superior, en el que los resultados mensurables son anticipados por las partes interesadas, tanto internas como externas. Junto con esta actualización fundamental de la educación general de la Universidad Marquette, se encuentra la mejora continua de lo que podría ser el aspecto más singular de la vida universitaria de Marquette en el siglo XXI: el papel del servicio comunitario. A partir de una tradición sólida que se remonta a principios del siglo XX y el compromiso de la Compañía de Jesús con una fe que sirviera a la justicia, los estudiantes de Marquette apoyan el bienestar y las mejoras de la comunidad del área metropolitana de Milwaukee, desde el centro de la ciudad hasta los barrios periféricos, a través de agencias como Aprendizaje mediante el Servicio Comunitario (Service Learning) y Asuntos Estudiantiles (Student Affairs), actividades académicas como pasantías y prácticas, e iniciativas de voluntariado organizadas por el gobierno estudiantil. Una educación transformadora, que tenga verdadero sentido en Marquette, se basa en estas oportunidades por medio de las que nuestros estudiantes, de una manera cristiana, utilicen sus talentos y valores espirituales para el beneficio de nuestros vecinos necesitados de todo Milwaukee.